La Dirección de Danza del Instituto de Cultura
y el Complejo Cultural Centro Chaqueño invitan a celebrar
el Día de la Danza del Chaco que la Cámara de Diputados de la Provincia del
Chaco instituyó mediante la Ley N° 6396
el 27 de agosto de cada año, fecha
del fallecimiento del reconocido artista Néstor Antonio "Bagual” Fuentes, acaecido
en el año 1998 como justo y merecido homenaje por su trayectoria profesional
docente y divulgador de la danza en representación de nuestra Provincia". En
este marco, la Gala de Danza se
concretará en el auditorio del Complejo
Cultural Centro Chaqueño este viernes
30, a las 21.
Para mayor
información, los interesados podrán solicitarla al teléfono del teatro (0364)
443 1808, al correo electrónico prensateatroespaniol@gmail.com,
o en las oficinas del CCCC sito en 25 de Mayo N° 643, de martes a sábados, de 9
a 12 y de 18 a 21.
NÉSTOR “BAGUAL” FUENTES
Nació
el 11 de febrero de 1924 cerca de Tafí del Valle, en la localidad Ingenio Bella Vista. El
cuarto hijo del matrimonio del riojano Blas Fuentes y la tucumana Ortencia
Valdéz, lo bautizaron con el nombre de Néstor Antonio Fuentes. Hasta los ocho
años vivió en su pueblo natal, y desde esa temprana edad ya sus pies tendieron
a danzar con la habilidad de los maestros.
Como en
la época no era bien visto que los niños bailen, muchas veces recibió
penitencias de sus padres. Pero, esos castigos leves no lo apartaron de su
profunda vocación. A los 16 años ya sobresalió como un bailarín de estirpe en
la ciudad de Tucumán, gracias a sus innatas habilidades y a los 18, ya inició
un recorrido bailando por el país. Fue en 1948, cuando integraba un cuerpo de
baile rosarino, que lo bautizaron “El Bagual”, porque sus briosos zapateos y
giros lo asemejaban a los potros salvajes. En 1950 se prendó de la ciudad de
Resistencia, donde decidió radicarse. Formó una familia con tres hijos y con su
compañera integra la famosa pareja “El Bagual y la Donosa”.
En esta
etapa, inició una carrera de formación de bailarines locales y de importantes
desempeños artísticos, incursionando en un estilo nuevo del folclore argentino,
en el que supo mezclar el tradicional estilo de las danzas con innovaciones de
proyección. Para muchos, un visionario aunque otros, no lo defendieron en su
vanguardia. Lo cierto es que él, bajo la estrella de los maestros, supo sembrar
el espíritu de la danza en cientos de chaqueños y defendió a la cultura
argentina desde la pasión y el profundo conocimiento.
Su
valor no sólo residió en el saber bailar. Su arte también estaba respaldado de
una calidad y altura humana que lo hizo ser respetado, amado y valorado aún
hasta nuestros días. Un sin fin de personas han escrito sobre él y publicado
sus memorias y decires: Ertivio Acosta entre ellos, junto a Alfredo Norniella,
Bosquín Ortega, Manolo Bordón, Cristina Matta desde el Diario Norte y los
suplementos culturales, o Santiago Leguizamón, quien supo escribirle la
chacarera trunca La Bagual Fuentes, que dice en una estrofa “no habrá nada
parecido,/ malambos que no conozca,/ ni potro más aguerrido.”
El
Museo del Hombre Chaqueño “Profesor Ertivio Acosta” atesora un acervo que lo
recuerda: uno de los últimos trajes de baile del Bagual Fuentes, una faja
artesanal con rastra y hebilla, sus botas de cuero negro, espuelas y el carnet
de bailarín, junto a la simbólica llave del Complejo Cultural Guido Miranda.
Con esto, pretende mantenerlo en alto junto a la memoria de tantos que lo
siguen recordando sobre el escenario, junto a sus frases que dicen que dijo
alguna vez: “Yo no soy un bailarín, soy un loco”, o, “soy un pedazo de tierra
que anda”; frases quedan como ecos en el corazón, con el sello de su mirada de
abuelo sabio que unió los pasos de Fred Astaire a los zapateos argentinos.